La escasa preparación en Planificación y programación de proyectos en las escuelas de pregrado ha provocado que las empresas soliciten este conocimiento especializado desde profesionales experimentados, dejando pocas oportunidades a profesionales más jóvenes.  

También se ha confundido las capacidades de planificar con las capacidad de la utilización de un software de programación como Primavera o Project, surgiendo en el mercado muchos “programadores de proyecto”.

Hoy en día podemos disminuir las brechas de conocimientos a través de los procesos disponibles en las buenas prácticas de la industria, evitando dejar a la prueba y error los procesos de aprendizaje.

El proceso para desarrollar el cronograma del proyecto u obra esta disponible en las buenas prácticas de la AACE, plasmadas en el TCM (Total Cost Management) su cuerpo del conocimiento.  Te lo explicamos brevemente acá en este artículo.

El error más grande que cometemos es tomar un software y comenzar a agregar actividades sin una planificación.

Dando por descontado que conocemos el alcance del proyecto, previamente debemos definir cuál es la estrategia de contratación, conocer los hitos del proyecto, y contar con las estructuras necesarias para desarrollar el cronograma, como: la WBS, los códigos de control y los paquetes de trabajo.

Una vez desarrollado el plan, podemos identificar las actividades, desarrollar su lógica y estimar sus duraciones. Esta última actividad no la podemos realizar sin definir métodos constructivos, equipos involucrados y todas las consideraciones necesarias para la ejecución.

Este es un tema muy importante ya que el presupuesto es la actividad que le sigue al desarrollo del cronograma.

Como también la planificación es un ciclo PDCA de mejora continua (Plan-Do-Check-Act), el resultado obtenido en el presupuesto puede influir en cambios que puedan impactar al cronograma en busca de su optimización.

La asignación de los recursos a las actividades del cronograma es una acción un poco olvidada en las prácticas actuales. Creemos que podemos contar con todos los recursos cuando los necesitemos y nos basamos en rendimientos promedio o estimaciones de juicio experto.

La optimización del cronograma es una tarea relevante a la hora de definir tanto la línea base de costo como el cronograma maestro (línea base de cronograma). A través de las curvas de recursos debemos asegurar si seremos capaces de absorber los peaks, cumplir con los crecimientos planificados, contar con la logística necesaria, etc. Estos “Fine-Tuning” del cronograma deben ser realizados necesariamente antes de definir la línea base.

El último paso es establecer las bases del cronograma, donde documentaremos todos los supuestos, restricciones, consideraciones, estructuras y los resultados obtenidos del desarrollo del cronograma.

Finalmente, el desarrollo y actualización del cronograma es un proceso ligado fuertemente al proceso de Desarrollar la Medición del Rendimiento (9.2-1 TCM AACE), donde verificaremos si las promesas que realizamos se están cumpliendo, en términos de fechas, recursos y costos. Ambos procesos deben ir de la mano para un éxito en el proceso y aplicación de las buenas prácticas de la industria. Te invitamos a seguirlas.